En la calidad de nuestro sistema educativo está en juego el tipo de país que los panameños deseamos para los próximos años. En la medida en que los niveles de productividad económica, el bienestar social y la capacidad de organizar la convivencia nacional están en función, directa o indirecta, de los niveles reales de educación alcanzados por la población, la definición de las políticas educativas constituye un desafío mayor para los gobiernos y para el conjunto de la sociedad panameña. Lo democrático, lo participativo de la educación panameña han sido, son y seguirán siendo los valores fundamentales sobre los que descansa el Panamá democrático que hemos construido y que esperamos seguir usufructuando. Sin embargo, los desafíos que plantean las dificultades de nuestro sistema educativo, así como los que, cabe prever, indican que a esos grandes principios fundamentales de la educación panameña debemos integrar tres grandes orientaciones de política educativa de cara a los actuales...